La noche iba cayendo en Lisboa mientras Francisco iba pasando entre el más de medio millón de personas que lo esperaba en el parque Tejo para la vigilia. La alegría invadió la explanada e incluso hubo quien no pudo contener las lágrimas.
En cada JMJ, es tradición que el papa escuche algunos testimonios de fe. Uno de ellos, fue el de Marta, una joven de 18 años de Mozambique, que tuvo que huir de su hogar a causa de los ataques terroristas.
Cuando estábamos en el monte, rezábamos mucho. En ningún momento perdimos la fe. Le pedimos a Dios que nos ayudara, que se llevara todo el mal del mundo y que las personas que estaban provocando esta guerra cambiaran de vida.
Tras escuchar los testimonios, Francisco se dirigió a los jóvenes. Les dijo que la base de cualquier éxito es la constancia y les comparó el camino de la vida con el fútbol.
FRANCISCO
No sé si a alguno le gusta el fútbol. A mí me gusta. Detrás de un gol, ¿que hay? Mucho entrenamiento. Detrás de un éxito, ¿que hay? Mucho entrenamiento. Y en la vida, no siempre uno puede hacer lo que quiere, sino aquello que, la vocación que tengo dentro. Cada uno tiene su vocación, nos lleva a hacer.
El papa les explicó a los jóvenes que las dificultades de la vida son las caídas que se pueden sufrir subiendo una cumbre. Les habló de los alpinos y de uno de sus cánticos.
FRANCISCO
Y hay una cosa muy linda que quisiera que hoy se la llevaran como recuerdo: los alpinos, que les gusta subir montañas, tienen un cantito muy lindo, que dice así. En el arte de ascender, lo que importa no es no caer, sino no permanecer caído.
El pontífice instó a los presentes que, en caso de que vean a un amigo caído, siempre ayuden a levantarlo.
FRANCISCO
Fíjense cuando uno tiene que levantar o ayudar a levantar a una persona, ¿qué gesto hace? Lo mira de arriba hacia abajo. La única oportunidad, el único momento en el que es lícito mirar a una persona de arriba a abajo es para ayudarla a levantarse.
Tras la exposición del Santísimo, los jóvenes se quedaron a dormir en la explanada a la espera de un nuevo día, el último de la JMJ, y cuyo broche de oro es la Misa que da fin a la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa.
CA
