Al entrar en la Capilla de las Apariciones del Santuario de Fátima, el Papa Francisco venera la estatua de la Santísima Virgen y se detiene un momento en oración.
Dos niños regalan al Papa flores, que éste ofrece a los pies de la estatua de María, y un rosario de oro.
Junto a los jóvenes enfermos, el Papa Francisco reza el rosario y los misterios se rezan en distintos idiomas.
El encuentro termina con el saludo del Papa a algunos de los enfermos presentes.
SA