Antes del Vía Crucis en el parque Eduardo VII, Francisco saludó a los miles de jóvenes presentes en un recorrido en el papamovil, que duro más de media hora.
De camino al escenario, se paró para bendecir a numerosos peregrinos, sobre todo, a bebés.
Una de las paradas más especiales fue con un niño en una silla de ruedas del Capitán América , al que alzaron entre la multitud para que pudiese recibir la bendición del papa Francisco
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