Una Jornada Mundial de la Juventud puede suponer un punto de inflexión en la vida de miles de jóvenes.
Jessica asistió a su primera JMJ en Polonia, en 2016. Explicó que, aunque ya era católica practicante, toda la experiencia tuvo un fuerte impacto en su vida.
JESSICA
Estudiante de Medicina
Creo que el resumen de mi experiencia en la Jornada Mundial de la Juventud es que cada días lloré profundamente. Todos los días, durante la misa, las lecturas me llegaban al corazón.
Ese viaje fue uno de los mayores regalos de mi vida.
Otro testimonio de fe es el del fraile capuchino Juan, que en la JMJ de Colonia (Alemania) descubrió su vocación sacerdotal.
P. JOHN
Fraile capuchino
Fui a la Jornada Mundial de la Juventud, en 2005. Allí, serví en el altar para su eminencia, el cardenal Pell. Me preguntó en la sacristía: 'John, ¿has pensado alguna vez en ser sacerdote?'. Y esa fue la primera vez que dije que sí públicamente.
Tanto Jessica como el padre John esperan con impaciencia la próxima JMJ. Pero la primera ocupará siempre un lugar especial en sus corazones. Sin embargo, para este grupo de argentinos, será su primera vez. Llevan preparando el viaje desde enero.
CANDELA GARCÍA
Peregrina
Desde ahí, ya empezó la peregrinación, desde enero. Hay festivales allá de folklore, de todo. Nos dieron lugares en capillas para nosotros poder vender helados. Estuvimos la semana anterior que nosotros vinimos para aquí vendiendo pizzas. Hubo todo un esfuerzo de la comunidad, que nos donó plata, de la comunidad de la iglesia donde vamos nosotros. Así que fue un gran esfuerzo de familia, de comunidad, de nosotros trabajando...
Llegaron hace un mes a Europa, donde han estado peregrinando por distintas ciudades: Barcelona, Asís, Roma o Santiago de Compostela.
CANDELA GARCÍA
Peregrina
La idea de toda la peregrinación es que no vamos a hoteles, no vamos a hostel, a nada muy lujoso, sino que estuve mandando gmail a todo el mundo acá. Estuve buscando gmail de un montón de parroquias, un montón de lugares y mandé una carta de quiénes somos, cuántos éramos, si nos podían hospedar.
Así que fue todo pura casualidad de que Dios, bueno, la providencia de Dios va haciendo las cosas así y van saliendo perfectas hasta ahora.
Todos ellos estarán en Lisboa para reunirse con el papa y con los millones de jóvenes que se esperan en la capital portuguesa. Ya sea repitiendo la experiencia o viviéndola por primera vez, está claro que cada JMJ deja en el corazón de un joven una huella imborrable para el resto de su vida.
CA