El papa dedicó sus intenciones del mes de agosto a la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. Pidió que este encuentro ayude 'a los jóvenes a emprender su camino como testigos del Evangelio'.
En su mensaje, Francisco habló del papel de los jóvenes en la Iglesia Católica. Dijo que la Iglesia 'no es un club de ancianos pero tampoco es un club de jóvenes' y que ella 'necesita de los jóvenes para no envejecer'.
El papa también compartió un mensaje de esperanza para la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. Aseguró que le gustaría que esta peregrinación fuese 'una semilla para el futuro del mundo'. Pidió un 'mundo alegre' que 'no tenga miedo de dar testimonio del Evangelio'.
KG
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