Entre los sacerdotes y religiosos que uno encuentra en Roma es muy frecuente descubrir a quienes decidieron dar el paso más importante de sus vidas durante una Jornada Mundial de la Juventud.
Fue San Juan Pablo II quien comenzó a realizar estas jornadas internacionales, en las que jóvenes de todo el mundo se reúnen para rezar, compartir experiencias y escuchar al Papa.
En momentos en que se cuestiona la unidad de la Iglesia es un elemento integrador en torno a la cabeza visible. Y es que no hay nada mejor para evitar divisiones que compartir la fe con jóvenes de todo el mundo. Y sobre todo es una respuesta contundente a quienes creen que el mensaje cristiano no engancha a los más jóvenes.
En el caso de Lisboa, hay quien han aprovechado unas declaraciones del obispo auxiliar de la ciudad o el hecho de que se plantee la sostenibilidad del evento, para desvirtuar el contenido de las jornadas. La realidad es que, como en todas las Jornadas anteriores, el protagonismo lo tendrán los jóvenes y su encuentro con el Papa.
Basta mirar la agenda del Papa durante esos días para apreciar el carácter espiritual del evento. El viernes 4 de agosto, Francisco acudirá a la ‘Ciudad de la Alegría’, el espacio de reconciliación, para confesar a un grupo de jóvenes. Ese mismo día se encontrará con representantes de asistencia y caridad de la Iglesia. Y terminará la jornada con un Via Crucis.
Hace pocos días, reunido con jóvenes argentinos, el papa ha invitado a vivir especialmente la fraternidad en Lisboa. Un mensaje importante para un mundo en guerra.
PAPA FRANCISCO
“Me gustaría preguntarles: “¿Se están dando cuenta de que se están preparando para jugar un mundial?” Es un mundial. Y este mundial es muy especial. Se trata de un encuentro amistoso en el que no hay vencedores ni vencidos, sino que ganamos todos”.
El sábado 5 de agosto, y esto es importante, el Papa Francisco se desplazará a Fátima. Allí, en el lugar en que la Virgen se apareció a los tres pastorcitos, rezará el rosario con jóvenes enfermos. Será uno de los momentos más emotivos de estos días. Hay que recordar que desde el inicio de la guerra de Ucrania el Papa hizo una consagración a la Virgen para pedir por la paz.
PAPA FRANCISCO
“Por eso, Madre de Dios y nuestra, nosotros solemnemente encomendamos y consagramos a tu Corazón inmaculado nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera, de manera especial Rusia y Ucrania. Acoge este acto nuestro que realizamos con confianza y amor, haz que cese la guerra, provee al mundo de paz”.
La confianza en la Virgen cuando todo parece perdido es una seña de identidad de este papa, que no pierde la esperanza.
Entre las actividades organizadas para esta jornada mundial se ha creado un espacio de arte, música y tecnología. El parque Cristonautas, en el centro de la capital, tiene preparado conciertos, un musical interactivo y experiencias inmersivas. En sus carpas se proyectarán películas y documentales que ayudan a entender la fe. Entre ellos, un film producido por Rome Reports:‘Sorpresa, el papa llama a la puerta’.
También habrá momentos de adoración eucarística, catequesis en distintos idiomas y sesiones con grandes comunicadores católicos. Entre ellos el obispo norteamericano Robert Barron. Una estrella de la pantalla que ha dejado muy clara su intención de evangelizar durante esos días.
La realidad es que tanto las parroquias como numerosos movimientos y realidades de la Iglesia se movilizan con este evento. Y siempre es bueno y refrescante que la Iglesia sea noticia por un evento internacional, auténticamente católico y protagonizado por los jóvenes.