El jesuita español Luis Ladaria ya había pasado del límite de edad: tenía 79 años. Y para sustituirlo Francisco eligió a un viejo conocido suyo argentino: Víctor Manuel Fernández.
Es uno de sus teólogos de referencia, que le ayudó en la redacción del documento base del pontificado de Francisco: la Evangelii Gaudium. Un texto donde se propuso a los católicos salir de su zona de comfort para retomar una de sus tareas intrínsecas: ser misioneros.
MONS. VICTOR MANUEL FERNÁNDEZ
Septiembre, 2014
La verdad es que como el Papa dice, la Evangelii Gaudium es un programa, ¿no? Un documento programático. Además pide audacia, entusiasmo, pide creatividad... Pero a mí me da la impresión de que, habiendo pasado un año, no lo hemos tenido muy en cuenta, ¿no?
Por casi 10 años Víctor Manuel Fernández fue rector de la Pontificia Universidad Católica de Argentina y desde 2018 arzobispo de La Plata.
Su nombramiento no ha estado exento de polémicas. Es autor de un libro polémico que escribió hace tres décadas. Ahí reflexiona sobre el amor y en su expresión, el papel de los gestos físicos, la castidad y la excesiva sexualización en las relaciones de pareja hoy en día.
El Vaticano no especificó a partir de qué día el nuevo prefecto tomará las riendas del dicasterio, aunque señaló que será a mitad de septiembre.
En la carta pública que Francisco escribe a Víctor Manuel Fernández, le recuerda que la función del dicasterio no se debe reducir al ámbito punitivo sino que debe estar al servicio de la evangelización. Es decir: ayudar a profundizar en la fe ante los desafíos que plantea el mundo de hoy será una ayuda para que los cristianos puedan dar razón de su fe.
En ese sentido le recuerda también que es importante respetar los distintos modos de Evangelizar y que a la hora de corregir cuide mucho el modo de hacerlo, que no lo haga como un enemigo que señala y condena.
