La misión de la Biblioteca Vaticana no ha cambiado desde sus inicios: intenta estar al servicio de la humanidad. Sus obras están a disposición de quienes quieran estudiar cualquier cuestión que se custodie en sus estanterías.
Y hay una sala en particular que representa esta misión. Es la Sala Sixtina . En el pasado era la sede principal de la Biblioteca Vaticana.
La Biblioteca Vaticana custodia 1.100.000 libros impresos, 80.000 manuscritos y 100.000 documentos de los archivos de históricas familias romanas.
Los textos más antiguos son en latín, griego y hebreo. Pero también cuenta con escritos en otros alfabetos , como japonés o chino. Incluso los hay sin palabras, como estos de América del Sur.
Desde hace algunos años, la biblioteca está digitalizando su material, para que sea más fácil conocerlo.
Así mismo, una de las instituciones vaticanas más discretas pero más importantes es la Tipografía, es decir, la imprenta.
Su origen se remonta al año 1587 y su tarea es la de imprimir los textos papales , los documentos de las congregaciones vaticanas e incluso las invitaciones de los eventos papales para los peregrinos.
En la Tipografía trabajan diseñadores gráficos que se encargan de la maquetación de cada libro o texto, desde ajustar el cuerpo de las letras hasta incluir el sello oficial del Vaticano .
El periódico del Vaticano se imprime cada tarde y el manipulado se lleva a cabo por otro equipo que intenta hacerlo llegar cuanto antes a los quioscos.
Los tickets en color para los eventos del Papa se imprimen en la misma sala con una impresora más pequeña.
La imprenta continúa trabajando para la Santa Sede, al servicio del Papa y de la Secretaría de Estado. En este lugar gara ntizan que todos los documentos oficiales , libros y tickets estén disponibles para los fieles de todo el mundo, sin importar cuán lejos estén de la Ciudad Eterna.
Además. para muchos peregrinos es una parada obligatoria la “Librería Benedicto XVI”, justo delante de la basílica de San Pedro.
Es la sede de la editorial vaticana, mejor conocida como LEV o “Libreria Editrice Vaticana”. Trabaja para los papas desd e el año 1587.
Aparte de textos papales, un tercio de sus libros son escritos por teólogos y colaboradores. Otra parte la hacen ellos mismos, por ejemplo series para los tiempos litúrgicos , como reflexiones diarias del Papa para el Adviento , la Cuaresma o el mes de mayo .
La Editorial Vaticana es muy activa. Cuenta con dos librerías en la plaza de San Pedro , donde turistas y peregrinos pueden comprar un pedazo de la Santa Sede que llevarse a casa en forma de libro: ya sea un texto magisterial o un libro religioso.