En los últimos 50 años, la Congregación para las Causas de los Santos se encarga de estudiar si una persona puede ser declarada santa. Aquí se compila toda la documentación existente y se estudia cuidadosamente.
El prefecto de la congregación, el cardenal Marcello Semeraro, explica que el verdadero trabajo de esta oficina nace fuera de ella.
CARD. MARCELLO SEMERARO
Prefecto, Dicasterio Causas de los Santos
“El proceso, de alguna manera, es la verificación de un ejemplo de vida. La santidad nace en las iglesias particulares de y allí que requiere el sentido de la fe, para identificar ese 'olor de santidad'”.
CARD. MARCELLO SEMERARO
Prefecto, Dicasterio Causas de los Santos
“Una de las cosas que me ha impresionado durante estos años, y de la que también ha hecho mención el Papa, es que el número de mártires de nuestro tiempo es mayor que nunca. Lo vemos en los casos de martirio que estamos estudiando. Se trata de una realidad de testimonio de fe con toda la vida”.
El proceso empieza en una diócesis pero el decreto final se proclama desde Roma. Se recopilan testimonios de personas que conocieron al posible santo y documentos relacionados con él. Todo el material se envía al Vaticano para que lo estudie con profundidad.
Este llega en una caja cerrada con un sello. A veces llegan muchas cajas o maletines enteros. Dentro está todo lo que se ha conseguido sobre la vida de la persona que podría ser declarado beato o santo en el futuro.
Hay santos que son mártires, pero también hay otros cuyo valor es el de haber vivido las virtudes cristianas en grado heroico.
Para ser santo se necesitan dos milagros; dos curaciones inexplicables atribuidas al candidato. Cuando se cumple uno, este pasa a ser declarado beato, salvo en una excepción.
MARCELLO SEMERARO
Prefecto, Congregación para las Causas de los Santos
“En primer lugar examinamos el ejercicio de las virtudes de una manera heroica y fuerte. Por ejemplo de la fe, la esperanza, de la caridad, pero también de las virtudes cardinales y humanas como la prudencia la templanza, la sobriedad, la fortaleza y el último aspecto que examinamos es si existe una verdadera fama de santidad, que cronológicamente es lo primero que nace”.
La Congregación edita unos libros con todo el material compilado para estudiar la información con orden. Por eso este dicasterio tiene un archivo enorme lleno de libros con las causas en estudio. Algunas de ellas solo necesitan el o los milagros para seguir adelante.
Los procesos no podían iniciarse inmediatamente hasta que Juan Pablo II, en 1983, hizo un cambio a través de la Constitución Apostólica “Divinus perfectionis Magister”.
Este cambio fue precisamente el que agilizó la canonización del propio Juan Pablo II. Tardó solo 9 años. Muchos otros procesos también se beneficiaron, como el de Madre Teresa, finalizado tan solo 19 años después de su muerte.
El cardenal Semeraro recuerda que la santidad no es cosa de pocos, sino de todos los cristianos.
MARCELLO SEMERARO
Prefecto, Congregación para las Causas de los Santos
“El Concilio Vaticano II recordó que la Iglesia es un pueblo que camina. Creo que la Santidad no es algo con lo que nacemos: Nos convertimos en Santos. Es algo muy bello que es accesible a todos”.
Esto es lo que se hace desde la Congregación para las Causas de los Santos. Recuerdan a todos aquellos que vivieron su fe en grado heroico y mantuvieron a Dios en primer lugar en su vida. Aquellos cuyas vidas son un ejemplo para todos los cristianos.
Melissa Butz / Daniel Díaz Vizzi
Traducción: Javier Romero / Daniel Díaz Vizzi
