Desde el siglo XIX en los Museos Vaticanos se conservan once estatuas de la diosa egipcia Shekmet y desde el 2017 el Museo impulsó su estudio.
De ahí, poco a poco, se tejieron lazos con expertos de otros lugares, lo que dio lugar a un proyecto de colaboración multidisciplinar.
ALESSIA AMENTA
Museos Vaticanos
Nos llamaron para colaborar en una excavación muy importante en Egipto, que estudia y recupera el mayor templo funerario del antiguo Egipto, en Tebas Occidental, la actual Luxor. En la orilla oeste del río.
El templo egipcio estaba dedicado al faraón Amenhotep III y albergaba cientos de estatuas de la diosa Sekhmet. 150 años después de su construcción, fue destruido por un terremoto. Gracias a las esculturas conservadas ahí, los estudiosos han podido redescubrir las avanzadas técnicas de la civilización egipcia para esculpir y transportar esculturas desde canteras situadas a mucha distancia.
ALESSIA AMENTA
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Todas las estatuas de la diosa Sekhmet de este templo son de granodiorita y están realizadas lejos del lugar donde estaba el templo de Luxor.
Imaginamos cómo tenía que ser la organización en la cantera. Tenía que extraer más de 300, 400, 500 bloques. Pensemos también en cómo estos bloques ya se habían esculpido en parte para quitar peso. Luego se transportaban en una especie de trineo hasta el río y luego se cargaban en un barco.
La excavación también ha sacado a la luz las avanzadas técnicas utilizadas por los egipcios en el año 1300 a.C. Alessia Amenta señala cómo gracias a estas investigaciones el mundo de hoy puede entender mejor misterios del pasado. Por ejemplo: cómo esculpieron estas estatuas de diorita.
ALESSIA AMENTA
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La granodiorita es la piedra más dura que existe, estamos hablando de una piedra situada en el nivel nueve de la escala de Mohs. Hoy en día, cuando se trabaja con ella, se utiliza la punta de diamante. Y en cambio nos encontramos que los egipcios, que estaban en la Edad de Bronce, la trabajaban con utensilios ligeros y suaves. Hoy en día no se sabe cómo consiguieron esculpir esa piedra
El museo puede ser realmente un centro de investigación, y eso es lo que debe ser, no slo un lugar donde los objetos se colocan ahora dentro de vitrinas o en grandes salas como ésta. En realidad siguen siendo objetos vivos que pueden seguir contando muchas historias que podemos descubrir, investigar, profundizar continuamente.
Más de 6 millones de turistas visitan cada año los Museos Vaticanos. Continuará la conservación en colección de estatuas de diosas egipcias. Con el objetivo de ser estudiadas y apreciadas tanto por viajeros como por curiosos.
AT/JRB
TR:DA
