El Papa comenzó su audiencia general, aparte de bendiciendo niños, presentando una rosa blanca ante unas reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús. Rezó ante ellas unos minutos. Después explicó por qué estaban allí.
FRANCISCO
Están aquí ante nosotros las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús, patrona universal de las misiones. Es hermoso esto ocurra mientras reflexionamos sobre la pasión por la evangelización y el celo apostólico. Hoy dejémonos ayudar por el testimonio de santa Teresa. Nació hace 150 años, y en este aniversario tengo la intención de dedicarle una Carta Apostólica.
El Papa explicó que, aunque santa Teresita es patrona de las misiones, nunca estuvo en misión. Las apoyaba con la oración y se definía como “un pequeño grano de arena”. Murió solo con 24 años, pero Francisco insistió en que, aunque “su cuerpo estaba enfermo, tenía un corazón vibrante”.
FRANCISCO
Misionero es quien vive allí donde está como instrumento del amor de Dios. Y quien hace de todo para que, a través de su testimonio, su oración y su intercesión, pase Jesús. Es el celo apostólico que, recordémoslo siempre, nunca funciona por proselitismo, nunca.
El Papa cerró su catequesis explicando que el celo apostólico funciona por atracción y saludó a todos los peregrinos que acudieron a verle.
RM
