Al terminar la audiencia general, el Papa se marchó al Hospital Gemelli de Roma. Allí será sometido a una laparatomía, es decir, una operación que requiere la apertura del abdomen. Se le instalará además una prótesis.
La intervención estaba programada desde hace días y de hecho, el día anterior a someterse a la operación, Francisco ya realizó unos controles previos. Sufre pequeñas obstrucciones recurrentes del intestino con dolores que empeoran.
La operación requerirá de anestesia general, una práctica que intimida un poco al Papa, como ha revelado en numerosas entrevistas.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede confirma que la estancia en el Gemelli se prolongará varios días para permitir un postoperatorio normal y una recuperación completa.
RM