El papa pidió que los cristianos recen por la abolición de la tortura. “La tortura no es una historia de ayer”, señala el pontífice.
Lo hizo en el videomensaje mensual en el que pide a los cristianos rezar unidos por una intención particular. En el caso de la tortura el papa recordó que “no es una historia de ayer” y que “existen formas de tortura muy violentas, otras más sofisticadas como el trato degradante, la anulación de los sentidos o detenciones masivas en condiciones que no son humanas, que quitan la dignidad de las personas.”
Francisco añadió que si no se distingue a una persona de un objeto, se le puede maltratar sin medida, causándoles la muerte o daños psicológicos y físicos permanentes para toda la vida.
Concluyó su videomensaje rezando para que la comundiad internacional se comprometa con la abolición de la tortura.
PA