Después de presidir la misa de Pentecosés, el papa rezó el Regina Caeli ante cientos de peregrinos en la Plaza de San Pedro.
Hizo un llamamiento especial en favor de las víctimas del ciclón en Myanmar y Bangladesh, además de las peligrosas condiciones a las que ya se enfrenta la etnia rohinyá, una minoría perseguida.
FRANCISCO
Al reiterar mi cercanía a estas poblaciones, hago un llamamiento a los responsables para que faciliten el acceso de la ayuda humanitaria, y apelo al sentido de la solidaridad humana y eclesial para que acudan en ayuda de nuestros hermanos y hermanas .
Pero el Papa Francisco también advirtió del peligro de dejarse vencer por el miedo al sufrimiento y al mal.
FRANCISCO
Hermanos, hermanas, el miedo bloquea, el miedo paraliza.
Si cedemos ante estos falsos miedos, las puertas se cierran: ¡las puertas del corazón, las puertas de la sociedad e incluso las puertas de la Iglesia! Donde hay miedo, hay cerrazón. Y eso no es bueno.
Antes de despedirse, el papa Francisco recordó los momentos de oración previstos para el miércoles en los santuarios marianos de todo el mundo en petición por el próximo Sínodo de los Obispos.
AT
TR:DA