Antes de tener fiebre, el Papa concedió una entrevista a Noticias Telemundo. En ella comentaba que se encontraba bien de salud, aunque a veces tenía dolores.
Dice que la oración de los fieles hace milagros. Y que cualquier pastor cuyos feligreses recen por él sentirá que lleva una coraza que lo protege.
En la conversación explica que, aunque durante estos diez años haya acometido muchas reformas, ninguna fue idea suya. Dice que obedece a lo que los cardenales pedían a un futuro Papa en las congregaciones generales, es decir, en las reuniones inmediatamente anteriores al Cónclave.
El Papa cree que aún queda mucho por hacer porque, cuando uno empieza a reformar, descubre otras muchas necesidades.
Además lamenta que algunos países estén clericalizados en exceso. Lo considera una perversión que impide a los sacerdotes ser verdaderos pastores. De hecho, desaconseja ordenarse a quien tenga esta visión de la fe.
El Papa fue preguntado por las migraciones. Recomienda la lectura del libro “Hermanito” para sensibilizarse sobre el tema.
Y ha revelado el contenido de su reunión con Zelenski hace unos días en el Vaticano. El presidente ucraniano le pidió ayuda para repatriar a los niños llevados a campos de adoctrinamiento en Rusia. El Papa matiza que, aunque Zelenski tenga unas cláusulas exigentes para la paz, el tono de la conversación fue muy positivo.
Francisco se ha mantenido firme en su postura contra el aborto. Repitió que aunque una mujer haya sufrido una violación y quedado embarazada, no es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema.
Y niega que el celibato guarde ninguna relación con el abuso de menores. Insiste en que la mayor parte se produce por parte de familiares de los niños y que donde más suceden después es en las escuelas o por parte de los vecinos.
RM