El papa se reunió con unos 50 alcaldes y alcaldesas de ciudades iberoamericanas. Estos participaron en el primer Congreso Mundial de Eco-Ciudades Educativas de Scholas, la iniciativa educativa promovida por el propio pontífice.
Durante el encuentro el papa habló en remoto con jóvenes de distintas partes del mundo. Algunos de ellos están llevando a cabo iniciativas para evitar que los ancianos queden aislados. Es el caso de Granada. El objetivo es promover el diálogo entre generaciones. Ahí tuvo lugar uno de los momentos más entrañables del encuentro, cuando la señora Concha se emocionó al poder hacer una pregunta al pontífice.
Su Santidad... Gracias, gracias Su Santidad... Dios mío esto ha sido muy grande para mí. Esto ha sido una alegría tan grande que no podré olvidarlo. Parece un sueño. Santidad.
Santidad... ¿Usted recuerda alguna conversación cuando era joven con algún mayor?
El papa recordó que tuvo la suerte de poder pasar mucho rato con sus abuelos.
FRANCISCO
Yo nací y mis abuelos paternos vivían a pocos metros de casa. Y a los pocos meses mi mamá tuvo al segundo. Entonces mi abuela venía por la mañana y me llevaba con ellos para que mamá pudiera trabajar con el segundo y prepararse para los otros tres que tenían que venir ¿no? Somos cinco.
Los diálogos más profundos los tuve con ellos. De chico escuchando. Ahí aprendí valores. Y ahí esa sensación de que siempre hay que volver a las raíces ¿no?
El papa, de hecho, reiteró su deseo de volver a visitar sus raíces, Argentina, el año que viene.
Scholas es una iniciativa importante para Francisco. Él mismo la inició y la impulsó. Es una continuación de lo que hacía en Argentina, donde fomentaba el diálogo entre jóvenes de distintas religiones intentando que realizaran actividades juntos. Ahora estas actividades se hacen a nivel mundial y a esta iniciativa se sumaron actores, empresarios, políticos o clubes de fútbol como el Nápoles, que acaba de ganar la liga italiana. Uno de sus jugadores, Giovanni Simeone, que es hijo del entrenador del Atlético de Madrid, de entregó un balón al papa firmado por todos sus jugadores.
PA