Anoche un coche entró a toda velocidad por la puerta Sant'Anna, uno de los accesos al Vaticano. Aunque el equipo de seguridad le pidió detenerse, dio un gran acelerón e irrumpió en territorio vaticano saltándose dos puntos de control de la Guardia Suiza y la Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Para detener el vehículo, el inspector de la Gendarmería llegó a disparar hacia una de sus ruedas delanteras y acertó en el guardabarros izquierdo. Aun así el coche siguió avanzando.
Los guardias entonces hicieron sonar todas las alarmas y cerraron el Portone della Zecca que permite el acceso a la parte posterior de la Basílica de San Pedro, los Jardines Vaticanos y Plaza Santa Marta, donde Francisco tiene su residencia.
Finalmente el coche se detuvo en el Cortile di San Dámaso, una pequeña plaza peatonal. El conductor bajó por su propio pie y fue detenido por la Gendarmería. Era un hombre de unos 40 años con posibles problemas mentales. Pasó la noche en calabozo y a disposición de los jueces.
RM