Muy pocos diseñadores pueden decir que su cliente es el papa. Filippo Sorcinelli es uno de ellos.
Tocando su obra bañada en oro de 24 quilates, piensa sobre el día en el que Benedicto XVI la vistió.
FILIPPO SORCINELLI
CEO de LAVS Atelier
Sin duda, nuestras actividades más importantes han sido aquellas al servicio de la Santa Sede. También cubriendo viajes apostólicos del papa Benedicto XVI y también del papa Francisco
Uno de sus últimos serviicos, la mitra que vistió el papa Benedicto XVI durante su funeral.
Antes de cumplir los 30 años ya diseñaba para la Santa Sede. Su fresca visión conjuga con la tradición de la Iglesia.
FILIPPO SORCINELLI
CEO de LAVS Atelier
Poca decoración pero mucha riqueza de símbolos con significados. Mucha geometría y mucha esencia.
La geometría es importantísima para él. Cada prenda está diseñada para que conjugue con el lugar en el que se vestirá.
No es lo mismo, este diseño para Francisco, al aire libre, en agosto de 2022 en L'Aquila que el de la misa de inauguración del pontificado en la Plaza de San Pedro.
FILIPPO SORCINELLI
CEO de LAVS Atelier
Hay trabajos simples que solo requieren una semana de trabajo. Otros, más complejos, como esta vestimanta detrás de mi, requiere meses, dos o tres meses de trabajo
Aunque es especial ver sus creaciones de cerca, Filippo insiste en que no están creadas para ello.
Cuando más matices adquieren es desde lejos, imitando la distancia habitual entre el fiel y el papa.
Sorcinelli, formado musicalmente en el Instituto Pontificie de Musica Sacra, mantiene en la experiencia sensorial que supone entrar en una Iglesia.
FILIPPO SORCINELLI
CEO de LAVS Atelier
Nadie lo piensa, pero en realidad, la liturgia católica, como tantas otras confesiones religiosas, guardan en sí los cinco sentidos. Todos. El gusto, la comunión. La música, el oído. El tacto, el intercambio de la paz y los movimientos del celebrante pero también de los fieles. La vista, sabemos bien por qué. Y el olfato, a través de los olores.
Por eso, cuando el cliente de Filippo recibe la prenda, sea el papa, un sacerdote o cualquier persona. Lo primero que percibe, antes de ver el resultado, es el olor a una fragancia de incienso que te sienta directamente en un banco de la Basílica de San Pedro.
DA