Durante el rezo del regina caeli el papa repitió un consejo que dio a los jóvenes en Hungría: que no pierdan de vista qué es lo que más quieren en la vida y que nutran ese deseo. Para eso deben hacerse preguntas difíciles. Dijo que es necesario porque les ayudará a resistir en los momentos de dificultad y a no dejarse aplastar cuando los problemas parecen insuperables.
FRANCISCO
Sin estas preguntas, aplastamos la vida viviendo solo el presente, pensamos que debemos gozar lo más posible y terminamos por vivir al día, sin un objetivo, sin un destino. Nuestra patria, en cambio, está en el cielo. No olvidemos la grandeza y la belleza de la meta.
Francisco pidió un aplauso por dos nuevos beatos. Un obispo uruguayo, Jacinto Vera y una joven laica española, María de la Concepción Barrecheguren y García.
Al terminar también quiso enviar un cariñoso saludo a los nuevos reclutas de la guardia suiza que en el día anterior habían prestado su juramento.
JRB