Cuando el papa Francisco entró en la Plaza de San Pedro en el papamóvil para su Audiencia General, no faltó su bendición a los bebés.
En su catequesis, el papa reflexionó sobre su reciente viaje a Hungría. Comenzó reconociendo las profundas raíces cristianas del pueblo húngaro, que históricamente se ha enfrentado a la persecución religiosa bajo el régimen comunista.
PAPA FRANCISCO
Pero mientras se intentaba cortar el árbol de la fe, sus raíces permanecían intactas: quedaba una Iglesia oculta, pero que vivía de la fuerza del Evangelio.
El papa Francisco elogió a Hungría por acoger a más de dos millones de refugiados ucranianos tras la invasión rusa. También aplaudió la labor de la Iglesia húngara al conectar a personas de todas las edades y confesiones.
El papa advirtió que la cultura actual del consumismo y egoísmo provoca un desorden de prioridades.
POPE FRANCIS
Es un problema de toda Europa, donde el dedicarse a los demás, el sentimiento de comunidad, la belleza de soñar juntos y la creación de familias numerosas está en crisis. Toda Europa está en crisis. Reflexionemos sobre la importancia de alimentar las raíces, porque sólo profundizando en ellas las ramas crecerán hacia arriba y darán fruto.
Al final de la audiencia, el papa saludó al ministro de Asuntos Exteriores del Patriarcado de Moscú.
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TR: PA