Antes del rezo del Regina Caeli en Budapest, Francisco reflexionó sobre las palabras que le dedicó el cardenal Péter Erdő, arzobispo de la ciudad.
FRANCISCO
El cardenal Erdő ha dicho que aquí se vive “en el confín oriental de la cristiandad occidental desde hace mil años”. Es bonito que los confines no representen fronteras que separan sino zonas de contacto. Y que los creyentes en Cristo pongan en primar lugar la caridad que une y no las diferencias históricas, culturales y religiosas que dividen.
El Papa encomendó los húngaros a la Virgen y rezó también por rusos y ucranianos.
FRANCISCO
Santa Virgen, mira a los pueblos que más sufren. Cuida especialmente al vecino pueblo mártir ucraniano y al pueblo ruso, consagrados a ti.
El 25 de marzo del año pasado, el Papa consagró Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María. Uno de los motivos de su viaje a Hungría es promover la paz con la ayuda de este país con buenas relaciones con ambas naciones.
RM
