Lo primero que el primer ministro de Hungría dijo al papa en cuanto se reunieron fue que su país estaba intentando seguir el camino cristiano a pesar de las contrariedades del entorno.
Sin embargo, algunas horas después, ante obispos, sacerdotes religiosos y catequistas húngaros, el papa advirtió contra el peligro de hacer una lectura catastrófica de la secularización. Porque dice que puede llevar a polarizarse.
FRANCISCO
Vemos que también en este país donde la fe está bien enraizada, se asiste a la difusión del secularismo.
Y entonces la tentación puede ser la de endurecerse, la de encerrarse y asumir una actitud de combatiente.
Francisco reconoció que la Iglesia está ante un desafío pastoral. Sin embargo dijo que esta no se debe afrontar por la fuerza sino a través de Jesús.
FRANCISCO
Porque las respuestas vienen del Señor y no del mundo. Vienen del sagrario y no del ordenador.
Benedicto XVI afirmó que las distintas épocas donde hubo secularización son una ayuda para la Iglesia porque han contribuido de modo esencial a su purificación y reforma interior.
Al mismo tiempo el pontífice dijo que no hay que caer en el otro lado: la de dejarse influenciar por la secularización y caer en lo que llamó un “paganismo soft”.
Francisco también entró en algunos problemas particulares como la falta de sacerdotes que obliga a sobrecargar de trabajo a los ancianos o en la necesidad de acoger a personas necesitadas como los migrantes.
La acogida de los católicos de Hungría al papa fue espectacular. La concatedral de San Esteban estaba completamente otras miles de personas siguieron el evento desde fuera.
JRB