Tras el rezo del Regina Coeli, Francisco celebró el 25º aniversario del acuerdo de Belfast. Se firmó el Viernes Santo de 1998 y puso fin a la violencia que llevaba décadas azotando Irlanda del Norte.
FRANCISCO
Con espíritu agradecido, ruego al Dios de la paz que lo que se consiguió en ese momento histórico se consolide en beneficio de todos los hombres y mujeres de la isla de Irlanda.
Previamente, Francisco impartió una pequeña catequesis. Elogió cómo las mujeres del Evangelio fueron las primeras en caminar al sepulcro.
FRANCISCO
Como todos los discípulos, ellas también sufrían por cómo parecía que había concluido la historia de Jesús. Pero, a diferencia de los demás, no se quedan en casa paralizadas por la tristeza y el miedo. Por la mañana temprano, al amanecer, fueron a honrar el cuerpo de Jesús llevándole ungüentos aromáticos.
El Papa pidió imitar su ejemplo y compartir la alegría de la resurrección. Dijo que contársela a los demás es el mejor modo para tenerla clara uno mismo.
FRANCISCO
Esto es bonito: Jesús sale a su encuentro cuando ellas van a anunciarlo. Cuando nosotros anunciamos al Señor, el Señor viene a nosotros.
Finalmente el Papa se despidió de los peregrinos y les deseó tener un buen almuerzo. Es una costumbre romana compartir una gran comida con la familia en la Pasquetta, el Lunes de Pascua.
RM
