Son padres de siete hijos y vinieron hasta Roma para acudir a la Audiencia General y saludar al Papa.
MARÍA TERESA ROBLES
Queríamos venir porque nosotros somos cristianos, somos católicos, y la universalidad está aquí en Roma. Queríamos venir a traer a nuestros hijos, a lo que habíamos formado a los ojos de Dios.
Dos de los 7 hijos de María Teresa e Iñigo tienen discapacidad. Uno de ellos tiene síndrome de Down, una condición que muchas veces, desde su punto de vista, no es aceptada por la sociedad.
ÍÑIGO MUNIESA
La discapacidad nos ha transformado a todos. Nos ha hecho en la vida ver, la vida a través de sus ojos, no solo de los nuestros.
Además, a José María le diagnosticaron leucemia cuando tenía tres años. Necesitaba un trasplante de médula, pero este no se pudo realizar porque su cuerpo no respondió bien a la quimioterapia. Llegados a ese punto, los médicos lo desahuciaron y propusieron a sus padres llevarlo cuidados paliativos. Ellos declinaron la oferta y apostaron por un método experimental que nunca antes se había aplicado a una persona con síndrome de down en Europa.
Han sido muchas las horas en el hospital. Aseguran que la fe ha sido, y es, un pilar fundamental para convivir con todas las adversidades a las que han tenido que hacer frente.
ÍÑIGO MUNIESA
La gente ya sabes que en estas situaciones pues te dan ánimos, te dan mucha fuerza, mucha química...otras personas, lógicamente, te decían que rezaban por ti. Nosotros cogíamos todo. Hay que ser muy abierto y coger absolutamente todo porque la gente está apoyándote siempre.
Pese a ello aseguran que han tenido momentos en los que se han derrumbado.
MARÍA TERESA ROBLES
Hay veces que no tienes capacidad para decirle a Dios: Ayúdame. Estás viendo el dolor tan grande que te es dificilísimo incluso mirar al cielo, incluso... y ya no digo entender porque no hay que entender. A Dios hay que quererle, no hay que entenderle.
Y la gente podrá opinar que Dios no existe, pero nadie después de la experiencia que hemos vivido puede negarme lo que yo he vivido.
Es por eso que el encuentro con el Papa les ha ayudado a tomar energías para seguir luchando por la vida de su hijo.
AM/SA