Durante el Ángelus del domingo el papa expresó su dolor por el terremoto de Ecuador que dejó más de una decena de muertos, y graves daños materiales.
FRANCISCO
Ayer, en Ecuador, un terremoto ha provocado muertos, heridos e ingentes daños. Quiero expresar mi cercanía al pueblo ecuatoriano y prometo rezar por los difuntos y todos los que sufren.
A los fieles presentes en la plaza les sugirió reflexionar sobre el evangelio del día, en el que un milagro de Jesús desata polémica porque lo hizo un sábado.
FRANCISCO
¿Estamos contentos de proclamar que Jesús nos ama, que nos salva, o en cambio, como los padres del hombre que nació ciego, nos dejamos enjaular por el temor de lo que pensará la gente?
Al terminar envió un saludo a los participantes y organizadores del Maratón de Roma, que tuvo lugar ese mismo domingo.
JRB