Los cardenales y altos cargos de la Curia tendrán que pagarse la casa. En un rescripto posterior a la reunión de Francisco con Maximino Caballero Ledo, el nuevo Prefecto de la Secretaría para la Economía pide que “todos hagan un sacrificio extraordinario para destinar mayores recursos a la misión de la Santa Sede”. Esta medida de ahorro pretende paliar el déficit de 10 millones de euros con el que el Vaticano cerró el 2021.
Hasta la publicación del rescripto, los bienes inmuebles propiedad de Instituciones Curiales o la Santa Sede permitían el uso gratuito a los purpurados y máximos responsables de los Dicasterios. La mayoría son pisos de entre 75 y 200 metros cuadrados en los alrededores de la Plaza de San Pedro.
Las instituciones propietarias deberán cobrar un precio de mercado a estos cargos de responsabilidad. Normalmente los cardenales en Roma cobran entre 3.000 y 4.000 euros, aunque en 2021 ya sufrieron un recorte del 10% en su salario motivado principalmente por la caída de los ingresos de los Museos Vaticanos durante la pandemia.
RM