La Compañía de Jesús ha dado un giro en su política llevada contra Marko Rupnik, el famoso jesuita teólogo y artista de fama internacional.
Hasta el momento habían adoptado medidas cautelares como prohibirle ejercer públicamente su ministerio sacerdotal ni poder salir de los alrededores de Roma. La novedad es que a partir de ahora tampoco podrá realizar obras artísticas a nivel público, sobre todo en estructuras religiosas.
El motivo es que a lo largo de los últimos meses han llegado denuncias de varias mujeres que podrían demostrar que sus abusos no se limitan a episodios aislados en los años 90 sino que abarcan desde la mitad de los años 80 hasta el 2018. Las presuntas víctimas aseguran que sufrieron abusos de conciencia, abusos espirituales, psicológicos y de índole sexual.
La Compañía de Jesús considera que las acusaciones son creíbles y ha intentado contactar con el padre Rupnik pero sin éxito. Se intentará que pueda ofrecer su versión de los hechos y se señala que este proceso podrá desembocar en ulteriores medidas
JRB