Durante el vuelo de regreso a Roma, el papa habló de muchos temas con los periodistas presentes en el avión.
El primer tema afrontado fue el viaje en sí y la situación de África en el mundo: un continente dividido por guerras interminables y lleno de riquezas que otros explotan.
FRANCISCO
La idea de que África está para ser explotada nos la tenemos que quitar de la cabeza. África tiene su propia dignidad.
Los periodistas recordaron al papa que en 2019 había realizado un gesto insólito al besar los pies de los líderes enfrentados de Sudán del Sur para pedirles que llegaran a un acuerdo que pusiera fin a la guerra. Le preguntaron si estaría dispuesto a hacer lo mismo con los presidentes de Ucrania y Rusia.
FRANCISCO
Yo estoy dispuesto a reunirme con los dos presidentes, el de Ucrania y el de Rusia, estoy disponible. Si no fui a Kiev es porque en aquel momento no fue posible ir a Moscú, pero el diálogo no se paró.
A Francisco le impactó mucho el papel de las mujeres en Sudán del Sur, sobre todo porque muchas de ellas se quedan solas con varios hijos en un país en guerra, y deben luchar para sacarlos adelante. También le impresionó la valentía de las religiosas y misioneras, algunas de las cuales han perdido la vida en Sudán del Sur. Por eso criticó que en ocasiones parezca que el papel de la mujer en Occidente se reduce a la publicidad de cosméticos.
FRANCISCO
Volvamos a mostrar la fuerza de la mujer, debemos tomarla en serio y no usarla solo para la publicidad de cosméticos, por favor. Esto es un insulto a la mujer, la mujer está para cosas mucho más grandes.
Los periodistas preguntaron al papa si tras la muerte de Benedicto XVI ha percibido más tensión en ciertos sectores de la Iglesia y si esto le está haciendo más difícil gobernar.
FRANCISCO
Creo que la muerte de Benedicto XVI fue instrumentalizada por gente que quiere llevar el agua a su propio molino.
Esa gente no es ética. Es gente de partido, no de Iglesia.
El papa también habló de sus próximos viajes. Después de Marsella, en septiembre, con motivo del encuentro de los obispos del Mediterráneo, Francisco dijo que podría ir a Mongolia.
JRB