Una delegación ecuménica de Finlandia se reunió con el Papa durante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Vinieron por la festividad de san Enrique de Upsala, primer obispo del país.
Nada más ver a Francisco le dieron el pésame por el fallecimiento de Benedicto XVI con una cita del evangelio de san Lucas.
Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz conforme a tu palabra.
El mensaje de la delegación finlandesa al Papa giró en torno al mar Báltico. Lo usaron como un símbolo de la creación de Dios, pero también de la amenaza que la guerra supone para ellos. Francisco les agradeció su metáfora.
PAPA FRANCISCO
Reconozco también lo sugestivo que ha evocado a través de la imagen del mar Báltico. Fuente de vida amenazada por la acción del hombre. Lugar de encuentro que se resiente dolorosamente por el desencuentro causado por la feroz insensatez de la guerra. La guerra es siempre una derrota. Siempre.
El Papa dio otro significado más al mar Báltico. Dijo que, además de ser parte de la Creación y una frontera con sus vecinos, simboliza el bautismo que une a todos los cristianos.
PAPA FRANCISCO
Somos hijos reconciliados y estamos, por tanto, llamados a reconciliarnos siempre entre nosotros y a ser operadores de reconciliación en el mundo.
Por último, Francisco invitó a seguir trabajando por la unidad con gestos concretos.
PAPA FRANCISCO
En resumen, reconozcamos qué grande es la unidad que nos vincula y qué importante es rezar conjuntamente, trabajar asiduamente y dialogar intensamente para superar las divisiones y ser, según la voluntad el Señor, una sola cosa.
Esta fue la vez número 38 que la delegación ecuménica de Finlandia visita el Vaticano.
RM