El papa Francisco inició un nuevo ciclo de catequesis, centrado en “una dimensión esencial de la Iglesia”, que es “ser misionera”.
El pontífice dijo que “cuando esta dimensión se pierde, la comunidad se enferma, se cierra en sí misma y se atrofia”.
RESUMEN DE LA CATEQUESIS DEL PAPA EN ESPAÑOL
Queridos hermanos y hermanas:
En esta catequesis comenzamos un nuevo argumento: la pasión por la evangelización o, dicho de otro modo, el celo apostólico. Una dimensión esencial de la Iglesia es ser misionera, salir a irradiara todos la luz del mensaje evangélico. Cuando esta dimensión se pierde, la comunidad se enferma, se cierra en sí misma y se atrofia.
Hoy reflexionamos sobre la conversión de Mateo, en particular sobre tres elementos que podemos distinguir en este relato del Evangelio. Todo comenzó cuando Jesús vio a un hombre, Mateo, y no lo juzgó por lo que hacía —era un publicano— sino por su realidad íntima, con sus virtudes y sus defectos.
Al llamarlo, Mateo se levantó, dejó su puesto de autoridad y sus seguridades, y se puso a disposición de Jesús, en una actitud de servicio a los demás. Después de su conversión, Mateo no se fue a un lugar lejano e idílico, sino que regresó a su casa. Al volver, ya no era el mismo. El encuentro con Jesús lo había cambiado, convirtiéndolo en un auténtico testigo de la alegría del Evangelio.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos a Dios la valentía de Mateo, para que, también nosotros, al sentir la mirada del Maestro —que nos interpela y nos descubre cómo somos— seamos capaces de alzarnos de nuestra postración y ser sus testigos en nuestra vida cotidiana. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.