Ya desde el domingo el Vaticano permitió a los peregrinos poder ir a la cripta de los papas para rezar ente la tumba de Benedicto XVI.
Para acceder hay que entrar en la basílica de San Pedro y dirigirse al punto central, el Altar de la Confesión, que cubre los restos que se consideran de San Pedro. Este altar es el que está protegido por el majestuoso “baldacchino” de Bernini.
Descendiendo por las escaleras se llega a la cripta de los papas, donde está Benedicto XVI y varios de sus predecesores.
JRB