Cuando fue elegido Papa tenía 78 años, y por eso muchos le aconsejaron que limitara sus viajes. Sin embargo, hizo nada menos que 24, algo más de 3 al año, y se convirtió en el Papa más anciano que viaja.
Su primera visita fue en agosto de 2005 a Colonia, Alemania, para la Jornada Mundial de la Juventud. Casi 1 millón de jóvenes de todo el mundo lo recibieron a orillas del Rin.
Regresó a Alemania un año después, para visitar su Baviera natal: Desde Altotting, el santuario al que le llevaron sus padres cuando era niño, hasta la casa de su hermano en Regensburg.
Como allí está la última universidad en la que fue profesor, le invitaron a dar una “lección magistral”. En la conferencia citó una frase de un emperador bizantino del siglo XIV muy ofensiva contra Mahoma y provocó fuertes protestas en todo el mundo islámico.
La polémica se calmó dos meses después con otro viaje, esta vez a Turquía, con esta visita a la emblemática Mezquita Azul de Estambul.
Visitó España en tres ocasiones. La primera, para el Encuentro Mundial de las Familias de julio de 2006 en Valencia; la segunda, en 2010 a Santiago de Compostela y a Barcelona, donde consagró la espectacular basílica de la Sagrada Familia. La tercera, en 2011 para la Jornada Mundial de la Juventud, en Madrid. Allí una fuerte tormenta le impidió tener su discurso, pero no aguó la fiesta al millón de peregrinos.
BENEDICTO XVI
“Gracias por vuestra alegría y resistencia. Vuestra fuerza es mayor que la lluvia. Gracias. El Señor con la lluvia nos manda muchas bendiciones. Con esto sois un ejemplo”.
Otro de sus viajes más emblemáticos fue en abril de 2008. Llegó a Washington el día de su cumpleaños y así lo celebró en la Casa Blanca.
Estuvo también en Nueva York. Rezó en la Zona Cero con familiares de víctimas de los atentados del 11 de septiembre, y pronunció un fuerte discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidad sobre el fundamento de los Derechos Humanos.
Cruzó el Atlántico en otras dos ocasiones. La primera, en mayo de 2007 para inaugurar en Brasil la Conferencia de Obispos de América Latina.
Fue de nuevo a América Latina en marzo de 2012 para un inolvidable viaje a México. Una visita breve pero simbólica. Comenzó con un entrañable encuentro con niños en la plaza de la paz de Guanajuato.
Al día siguiente se puso un sombrero de charro antes de celebrar Misa con cientos de miles de personas en el Parque del Bicentenario de León.
Desde allí tomó un avión a Cuba. Celebró la Misa en la Plaza de la Revolución de La Habana y se reunió treinta minutos con Fidel Castro. Intercedió por algunos opositores y consiguió que el Viernes Santo sea día de fiesta en la isla. Además, invitó a los cubanos a construir una nación reconciliada y renovada.
Visitó también África en dos ocasiones. Primero, Camerún y Angola en 2009, y luego Benín en 2011.
En 2009 cumplió su sueño de viajar a Tierra Santa y recorrer los pasos de Jesús. Su último viaje como Papa fue al Líbano, una visita de gran significado a este país símbolo de la convivencia pacífica entre cristianos y musulmanes.
JMB
RR