Francisco dedicó su última catequesis sobre el discernimiento a Benedicto XVI, a quien llamó un maestro de catequesis.
FRANCISCO
Antes de empezar esta catequesis me gustaría que nos uniéramos a todos los que, aquí al lado, están rindiendo homenaje a Benedicto XVI y dirigir un pensamiento a él, que fue un gran maestro de catequesis. Su pensamiento agudo y amable no fue autorreferencial sino eclesial porque siempre quiso acompañarnos al encuentro con Jesús. Jesús, el crucificado resucitado, el viviente y el Señor, fue la meta a la que el Papa Benedicto nos condujo, tomándonos de la mano. Nos ayudó a redescubrir en Cristo la alegría de creer y la esperanza de vivir.
RM