Benedicto XVI dedicó muchos años de su vida a mostrar la relación entre fe y razón. Escribió una larga lista de artículos, homilías, libros y encíclicas. Pero además, en sus casi ocho años de pontificado hubo también momentos divertidos.
SOMBRERO
Su visita a México será recordada por este típico sombrero. Se lo acercaron mientras saludaba a la multitud desde el papamóvil y no dudó un segundo en ponérselo. La gente le aplaudió, y él lo llevaba como si fuera lo más normal.
REGALOS
En más de siete años Benedicto XVI recibió todo tipo de regalos. Algunos fueron demasiado originales, como este enorme huevo de Pascua que le entregó el presidente de Bulgaria. Pesaba 200 kilos y estaba hecho de acero y rubíes. Quizá no era muy práctico pero sí bastante llamativo.
Otro regalo curioso fue este volante de Fórmula 1 que le entregó el presidente de Ferrari. Pertenecía a uno de los coches de Michael Schumacher.
Luca di Montezemolo
“Mire cuántas cosas tienen que controlar los conductores durante las carreras”.
BENEDICTO XVI
“También es complicado manejar el timón de la Iglesia”.
CIRCO
De vez en cuando el circo llegaba a Roma y hacía una parada en el Vaticano. En una ocasión, Benedicto XVI hasta acarició a un cachorro de león después de un espectáculo durante la audiencia general.
No era la primera vez que el Papa se acercaba a un animal salvaje. También conoció a un pequeño cocodrilo cubano que había llegado a Europa de contrabando.
CASA DE ANCIANOS
Uno de los momentos más entrañables de su pontificado ocurrió durante la visita a una casa para ancianos. El Papa les invitó a vivir con alegría y recordó que ser anciano es hermoso. Poco después aseguró que salía rejuvenecido de ese encuentro.
EL PAPA Y LOS NIÑOS
Benedicto XVI fue también amigo de los niños. Algunos de ellos le hicieron preguntas difíciles a las el Papa teólogo respondió de una forma sencilla.
NIÑOS
“ Mi catequista, preparándome para el día de mi Primera Comunión, me dijo que Jesús está presente en la Eucaristía. ¿Pero cómo? ¡Yo no lo veo!”.
BENEDICTO XVI
“Sí, no lo vemos, pero hay muchas cosas que no vemos y que existen y son esenciales. Por ejemplo, no vemos nuestra razón y sin embargo tenemos razón. No vemos nuestra inteligencia y la tenemos. En una palabra, no vemos nuestra alma y sin embargo existe y vemos sus efectos porque podemos hablar, pensar, decidir... Por ejemplo, tampoco vemos la corriente eléctrica pero sabemos que existe.”
Benedicto XVI será recordado por su renuncia al papado. Pero muchos otros pequeños momentos marcaron su pontificado.
KLH/MAE