Durante la catequesis se pudo sentir la cercanía d de la Navidad. Este grupo ataviado con trajes típicos regionales de una región italiana recibió al Papa con un villancico.
El Papa se acercó caminando hasta el centro del estrado para seguir su catequesis sobre el discernimiento y explicar la importancia que tiene establecer lo que llamó una relación “afectiva” con las Sagradas Escrituras.
Puso el ejemplo del profeta Elías: en la Biblia se cuenta cómo consiguió ver a Dios en un momento de calma. Francisco dijo que leer ese pasaje puede enseñar cómo en la vida de cada uno es importante detenerse para escuchar a Dios.
FRANCISCO
Y muchas veces no es fácil entrar en esa paz del corazón porque estamos ocupados con esto, de aquello, de aquello todo el día. Pero por favor, cálmate un poco. Entra en tí mismo, en ti misma. Dos minutos. Párate. Mira qué siente tu corazón. Pero hagamos esto, hermanos y hermanas, nos ayudará mucho.
El Papa dijo que estas catequesis sobre el discernimiento sirven para que cada uno pueda elegir con más libertad cómo afrontar la vida.
Al terminar no faltó un llamamiento por los ucranianos que siguen en un país en guerra y en pleno invierno, sin luz ni sin calefacción. Concretamente el Papa lamentó la situación de los niños ucranianos.
FRANCISCO
En esta fiesta de Dios que se hace niño pensemos en los niños ucranianos. Cuando les he visto aquí la mayoría no puede sonreír y cuando un niño pierde la capacidad de sonreír es grave. Estos niños llevan consigo la tragedia de esa guerra.
Al saludar a los peregrinos polacos Francisco les agradeció el que hayan abierto sus casas a los ucranianos o dedicado su tiempo y recursos para ayudarles.
JRB
