En la Navidad de 1934, con tan solo siete años, Joseph Ratzinger, el actual Papa emérito Benedicto XVI, escribió una carta al Niño Jesús que decía lo siguiente:
“Querido Niño Jesús, pronto descenderás a la tierra. Quieres traer alegría a los niños. También a mí me traerás alegría. Quisiera el Volks-Schott, una casulla verde y un corazón de Jesús. Siempre quiero ser bueno. Saludos de Joseph Ratzinger”.
El Volks-Schott es el misal que se utilizaba en esa época. En varias ocasiones, el hermano de Benedicto XVI ha contado cómo de pequeños jugaban a celebrar misa con casullas que confeccionaba la costurera de su madre.
Esta carta, escrita en una antigua caligrafía alemana que no se usa en la actualidad, se encontró en la casa de la familia Ratzinger en Baviera. Después, la conservó la hermana del Papa emérito hasta que se expuso en dicha casa, convertida en museo.
CA