El padre Marko Ivan Rupnik es un teólogo y artista jesuita de fama internacional al que algunas mujeres acusaron de haber abusado de su ministerio sacerdotal en los años 90.
En octubre dicasterio para la Doctrina de la Fe dictaminó que los actos ya habían prescrito, pero la Compañía de Jesús decidió mantener las medidas cautelares que le impusieron durante la investigación.
El jesuita no puede confesar ni dirigir ejercicios espirituales. Sin embargo el superior general de la Compañía, el padre Arturo Sosa, reconoció que Rupnik no estaba siguiendo estas medidas. Por ejemplo, en febrero tenía previsto dirigir una actividad espiritual en Loreto.
P. ARTURO SOSA
Superior General, Compañía de Jesús
Eso no es posible. Buscaremos el modo de que no pueda hacerlo.
Al mismo tiempo, el padre Arturo Sosa ha tratado de explicar por qué la Compañía de Jesús adoptó las medidas sin haberlas comunicado hasta una web dio a conocer lo que estaba sucediendo. Dijo que no comunicar no es lo mismo que obstaculizar un proceso. Y que tuvieron sus motivos para actuar así.
P. ARTURO SOSA
Superior General, Compañía de Jesús
Querría decir que una cosa es obstaculizar un caso para que no salga a la luz y otra cosa es decidir cuánto comunicar o no de lo que ha sucedido. Lo que no hemos hecho y no queremos hacer en ningún caso es no reconocer los hechos. Están ahí, ya se conocen y son reconocidos. Y como dije antes se llevaron a cabo todos los procedimientos legales.
Pero eso no fue todo. El padre Arturo Sosa también reconoció que el padre Marko Ivan Rupnik había sido excomulgado por confesar a una mujer con la que había cometido actos contra el sexto mandamiento. Explicó que el jesuita cumplió los requisitos para que se le levantara esta excomunión y así se hizo.
Por último, el superior de los jesuitas también dijo que él no había tratado con esta cuestión con el Papa ni había intercedido de algún modo.
JRB