Este fue el momento en el que se encendió el pesebre de la plaza de San Pedro. Un conjunto de piezas de madera tallada proveniente de Sutrio, provincia de Udine, Italia. Casi en la frontera con Austria.
El encendido del árbol no fue menos emocionante.
Viene del centro de Italia, de la región de los Abruzos. Y su llegada estuvo rodeado de polémica porque al principio, por error, el árbol elegido provenía de una reserva natural y no de una plantación. Un activista alarmó de lo sucedido y se consiguió cambiar de ruta a tiempo.
El mal tiempo obligó a las delegaciones del árbol y del nacimiento a organizar las celebraciones dentro del Aula Pablo VI. En el estrado, también estaban la secretaria general y el presidente del Governatorato del Estado Ciudad del Vaticano; la religiosa Raffaella Petrini y el cardenal Fernando Vérgez.
Por la mañana, en el mismo escenario, el Papa había recibido a esas dos delegaciones y recordó que para vivir la Navidad hay que seguir el ejemplo de Dios que no tiene reparos en hacerse bebé para que los hombres entiendan lo mucho que les ama.
FRANCISCO
Hay que abajarse, hay que hacerse pequeños, abandonar toda vanidad para llegar a donde está Él.
Además de las dos delegaciones italianas había una tercera venida de Guatemala porque fueron los encargados de poner el nacimiento que está dentro del Aula Pablo VI.
JRB