Francisco ha escrito una carta al pueblo ucraniano cuando se cumplen nueve meses de la invasión rusa de Ucrania. En su misiva, el Papa dice que quiere unir sus lágrimas a las de los ucranianos.
Cuenta que llora por “cada pequeño que, a causa de la guerra, ha perdido la vida”. Y cita a Kira, una niña fallecida en Odessa y Lisa, muerta en Vinnytsia.
El Papa elogió a los voluntarios y a los sacerdotes que “a menudo con gran riesgo por su seguridad, han permanecido al lado de la gente llevando el consuelo de Dios y la solidaridad de los hermanos”. También les agradeció haber convertido los conventos en “lugares donde se ofrece hospitalidad, auxilio y comida para quienes atraviesan situaciones difíciles”.
Por último, Francisco recordó que “dentro de pocas semanas será Navidad y el grito del sufrimiento se escuchará aún más”. Invitó al pueblo que sufre la guerra a volver sus ojos a Belén y “la prueba que la Sagrada Familia afrontó aquella noche”.
Rodrigo Moreno Quicios