Los dos últimos países que el Papa Francisco ha visitado, Kazajstán y Baréin, son de mayoría islámica. Y entre los últimos siete viajes, hay también otro a Irak, en 2021, que confirman el interés del pontífice por afianzar las relaciones con los seguidores del Corán.
¿Por qué lo hace? Hay un elemento clave en el pontificado de este Papa, que se acentúa en un momento de guerra. Frente al prejuicio extendido durante años de que las religiones son fuente de conflicto y violencia, Francisco lleva años insistiendo en lo contrario. Las religiones no solo no son el problema, sino la solución a la violencia. Lo ha dicho de nuevo en Baréin, en un foro de encuentro entre Oriente y Occidente.
PAPA FRANCISCO
El Papa clausura el Foro de Baréin: “Si navegamos solos vamos a la deriva” | ROME REPORTS
“Reunámonos por el bien del hombre en nombre de Èl, que ama al hombre, Él, cuyo nombre es la paz. Promovamos iniciativas concretas para que el camino de las grandes religiones sea siempre proactivo y constante. Seamos una conciencia de paz para el mundo”.
La coincidencia con líderes musulmanes ayuda también a aislar a quienes defienden la violencia desde instancias religiosas, como ocurre con el Patriarcado Ortodoxo de Moscú. En la medida en que la mayoría de los ortodoxos y los musulmanes rechazan la guerra, defender la invasión de Ucrania por parte de Rusia se hace injustificable.
El Papa Francisco, en esta estrategia, sigue la dirección que marcaron sus predecesores, tanto Juan Pablo II, como Benedicto XVI. Hay que recordar que los encuentros interreligiosos de Asís los inauguró el pontífice polaco, en el año 1986. En la primera edición de ese foro, no exento de polémica por parte de los más conservadores, participaron sesenta representantes de religiones, entre quienes estaba el Dalai Lama.
El Papa Francisco ha comprendido la importancia de mantener unidos a los líderes religiosos para consolidar la paz. Es una forma de dar esperanza a todo el mundo. También es un gesto de conforto y ayuda a las comunidades católicas en países donde durante años han estado discriminados.
Hay que recordar que, a partir del viaje a Irak, en el año 2021, cuando ningún líder se atrevía a visitar ese país, se dio un cambio histórico. Por primera vez, este país de mayoría islámica ha reconocido el Día de Navidad, el 25 de diciembre, como festivo a nivel nacional. El significado de este gesto para los cristianos que viven allí, en el reconocimiento de su dignidad y respeto a la religión, es enorme.
Solo cuando llega una guerra nos fijamos y atendemos a todos los desencuentros que han llevado hasta el conflicto. A veces damos por descontado que la paz se logra sin esfuerzo y no es así. Hacen falta muchos encuentros, mucho diálogo para desmontar prejuicios y ganar confianza. Es preciso el esfuerzo constante y es algo que el Papa Francisco está promoviendo desde hace años.
Uno de los hitos de este pontificado es la firma del documento de la Fraternidad Humana en Abu Dabi, en el año 2019. Un acuerdo ratificado por uno de los grandes líderes sunitas, el imán de Al-Azhar. Y es bueno saber que los resultados no solo son a largo plazo, sino que se manifiestan en acciones concretas.
Para diciembre de este año está previsto que se inaugure la primera fase de un orfanato católico en El Cairo. El proyecto ‘Oasis de la Piedad’ partió de un millonario donativo de los Emiratos Árabes, en agradecimiento por el documento sobre la Fraternidad Humana.
Este nuevo orfanato en Egipto será también un lugar de peregrinación. El Papa Francisco regaló una copia de ‘La Piedad’ de Miguel Ángel, que se podrá contemplar en una pequeña ermita. Otro pequeño paso que animará a la comunidad cristiana en un país de mayoría islámica.
AO
