Dos niños se acercaron al Papa durante su audiencia general. Francisco se dio cuenta de lo que querían y les invitó a sentarse con él.
FRANCISCO
Antes de hablar de esto que he preparado, me gustaría atraer la atención sobre estos dos niños que han venido aquí. No han pedido permiso, no han dicho “tengo miedo”. Han venido directamente, así debemos ser con Dios. Directamente nos han dado ejemplo de cómo debemos comportarnos con Dios, con el Señor. Id adelante, él nos espera siempre. Me ha hecho bien ver la confianza de estos dos niños. Ha sido un ejemplo para todos nosotros. Así debemos acercarnos al Señor, con libertad. Gracias.
Ven, aquí, siéntate aquí. Este es valiente.
Tú, siéntate aquí. Así es, los dos valientes de hoy.
JM
TR:RM