Antes de un encuentro con líderes musulmanes en la mezquita del palacio real de Baréin, el Papa se reunió en privado con el Patriarca Ecuménico Bartolomé y el Gran Imán de Al-Azhar, con quienes firmó el Documento sobre la Fraternidad Humana, que promueve la paz y la tolerancia religiosa, durante su viaje a Abu Dhabi en 2019.
Hoy ha sido muy valiente al hablar del diálogo entre islamistas.
Se leyeron pasajes tanto del Corán como del libro del Génesis antes de la reunión del Papa con el Consejo de Ancianos Musulmanes, una organización independiente e internacional que promueve la paz en la comunidad islámica mundial.
El Gran Imán Al-Tayebb, la máxima autoridad del Islam suní, se dirigió entonces al consejo, afirmando que el ateísmo es la raíz común detrás de la homosexualidad, la ideología de género y la indiferencia hacia el cambio climático.
En su discurso, Francisco dijo que corresponde a las personas de todas las religiones estar unidas e ir más allá de sus comunidades como faros de esperanza en un mundo amenazado por los conflictos internacionales y el cambio climático.
PAPA FRANCISCO
Los males sociales, internacionales, económicos e individuales, así como la dramática crisis medioambiental de nuestro tiempo sobre la que hemos reflexionado hoy aquí, derivan en última instancia del alejamiento de Dios y del prójimo.
Nosotros, que descendemos de Abraham, el padre de los pueblos en la fe, no podemos preocuparnos solo de los 'nuestros', sino que, al estar cada vez más unidos, debemos hablar a toda la comunidad humana, a todos los que habitan esta tierra.
Después, el Papa se desplazó a la catedral de Nuestra Señora de Arabia, en Awali, para un encuentro de oración con diferentes confesiones cristianas por la paz.
Se trata de la mayor iglesia católica de la península árabe, cuyos terrenos fueron cedidos a la comunidad católica por el rey de Baréin en 2013.
Junto al líder de la Iglesia Ortodoxa Oriental, el Patriarca Ecuménico Bartolomé, Francisco se dirigió a la comunidad cristiana minoritaria de Baréin para aconsejarles que se mantengan elevados en el espíritu a pesar de ser pequeños en número.
PAPA FRANCISCO
La oración de alabanza es el antídoto contra la tristeza y la tentación de lamentar nuestra insuficiencia interior y nuestra pequeñez exterior. Los que alaban al Padre no se desaniman por la pequeñez del rebaño, sino que se alegran de la grandeza de ser hijos de Dios.
A continuación, los líderes de las distintas comunidades cristianas ofrecieron oraciones por la unidad y presentaron velas ante el altar para poner fin a la primera jornada completa del Papa en Baréin.
JM
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