El Papa es recibido en el Palacio Real de Sakhir por el Rey de Baréin, el Príncipe Heredero y el Primer Ministro junto a otros miembros de la Casa Real.
Francisco mantiene un encuentro privado con ellos, en el que se produce el intercambio de relagos, y al que se unen el Cardenal Secretario de Estado, el Nuncio Apostólico y otros cargos del Vaticano.
Al finalizar, el Rey, acompañado por parte de su familia, acompaña al Papa al patio del palacio, donde tiene lugar la ceremonia de bienvenida y el encuentro con las autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático.
CA