Desde hace semanas que las catequesis públicas volvieron a la plaza de San Pedro y con ellas, la alegría, porque el Papa dedica más tiempo a pasar con el papamóvil entre los peregrinos. Aunque los problemas de rodilla no le permiten acercarse a la gente como antes.
En todo caso, una vez en el estrado el Papa afrontó este problema.
FRANCISCO
Conocerse a sí mismos. Y esto no es fácil.
A menudo no sabemos discernir porque no nos conocemos lo suficiente y no sabemos qué es lo que de verdad queremos. Habréis escuchado muchas veces: pero esa persona ¿por qué no arregla su vida? Pues porque nunca supo qué quiere.
El Papa dijo que este paso es esencial en el discernimiento porque no basta tener un trato cercano con Dios o rezar mucho. No conocerse, no saber qué es lo que se quiere en el fondo, antes o después, trae problemas.
FRANCISCO
En la base de dudas espirituales y crisis vocacionales no es extraño descubrir que hay un diálogo insuficiente entre la vida religiosa y la propia dimensión humana, cognitiva y afectiva.
Por eso recomendó dedicar tiempo al examen de conciencia, a pensar qué fue lo que realmente movió a cada uno a tomar decisiones durante el día y por qué. Dijo que así se aprenderá a ver realmente qué sacia el corazón.
JRB