En 2015 el Papa modificó el proceso por el que la Iglesia considera un matrimonio nulo. Publicó dos motu proprio en los que pidió que estos procesos sean gratuitos y duren entre 90 días y un año en los casos más complejos.
En un encuentro en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, especialistas en Derecho Canónico han explorado más a fondo este tema. Empiezan explicando que la nulidad no es un divorcio católico.
INÉS LLORENS
Derecho Canónico, Universidad Santa Cruz
“El divorcio quiere decir que, una realidad que sí que existe, se realiza un acto por el que aparentemente deja de existir. Un matrimonio que existía deja de existir. En cambio, la nulidad no es eso. La nulidad es que nunca se formó ese matrimonio”.
Antes de 2015, para que un matrimonio fuera nulo necesitaba dos sentencias. Ahora, con los últimos cambios, basta con una. Francisco también animó a los obispos a juzgar los casos más sencillos para acelerar estos procesos y acercar a los prelados a los problemas de sus feligreses. Y que siempre sean gratuitos.
INÉS LLORENS
Derecho Canónico, Universidad Santa Cruz
Por un lado, el Papa quiere garantizar el acceso. Por ejemplo, que aquellos fieles que tengan dificultades a la hora de poder costearse un proceso lo puedan hacer sin mayores dificultades. Pero también supone que las diócesis tengan que buscar esos fondos de alguna manera.
A veces los procesos podían ser largos. Esto efectivamente pasaba en las diócesis. Que ha hecho que algunos fieles no quisieran acudir a los procesos canónicos porque no estaban dispuestos a enfrentarse a algo tan largo.
El empeño del Papa en acelerar los procesos no es para que haya más matrimonios nulos. Según su decreto papal, lo que busca es que “el corazón de los fieles que esperan la aclaración de su propio estado no sea largamente oprimido por la oscuridad de la duda”. Su prioridad es no llegar a ese punto, sobre todo en el caso de los jóvenes.
INÉS LLORENS
Derecho Canónico, Universidad Santa Cruz
El Papa por un lado quiere garantizar a los fieles unos recursos que ofrece la Iglesia como es la posibilidad de solicitar la declaración de nulidad del proprio matrimonio. El mayor interés del Papa es conseguir llegar antes.
Poder formar a los jóvenes antes para que a al hora de casarse quieran y vean la belleza de formar una familia y darse completamente al otro, que es lo que nos hace felices.
A principios de este año, el Papa se reunió con el Tribunal de la Rota. Es el principal tribunal de apelación de la Santa Sede y se ocupa también de determinar si un matrimonio es nulo. Ante estos procesos tan delicados, les pidió que favorecieran el perdón y la reconciliación entre las parejas.
FRANCISCO
'La declaración de nulidad (matrimonial) no debe presentarse como si fuera el único objetivo que alcanzar ante una crisis matrimonial, o como si fuera un derecho independientemente de lo ocurrido'.
Es la gran apuesta de Francisco para que las parejas arreglen sus problemas con el diálogo antes de recurrir a un tribunal.
Rodrigo Moreno Quicios