Francisco realizó el 38º viaje de su pontificado a Kazajistán, un país que destaca por su gran diversidad religiosa y en el que hay una gran minoría católica.
Fue una visita breve de tres días que tuvo como eje central su participación en el VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales. Los presentes pidieron a la comunidad internacional incrementar sus esfuerzos por la paz y la libertad religiosa.
Entre los momentos más destacados figura el encuentro con la delegación del Patriarca Ortodoxo de Moscú ante la gran ausencia de su líder, Kirill. El Papa mostró su disposición para mantener un segundo encuentro personal con el patriarca ruso.
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