El Papa Francisco se puso un casco para visitar la Capilla de la Memoria en la ciudad italiana de L'Aquila.
La capilla se construyó para recordar a los 294 que murieron cuando un terremoto sacudió la ciudad en 2009.
El Papa viajó a L'Aquila para participar en la 278ª celebración del perdón celestino, una tradición inspirada por el Papa Celestino V e ininterrumpida desde 1294.