Pocas horas después de crear 20 nuevos cardenales el Papa puso rumbo a L'Aquila, en el interior de Italia, en los Apeninos.
Allí lo esperaba el cardenal Giuseppe Petrocchi, el arzobispo local.
En la plaza estaban familiares de las víctimas del terremoto que en 2009 asoló la zona. Quitó la vida a más de 300.
FRANCISCO
El dolor está ahí, y las palabras hermosas ayudan, pero el dolor permanece, y con las palabras no se va el dolor, solo la cercanía, la amistad, el afecto, el caminar juntos, ayudarnos como hermanos e ir adelante. O somos un pueblo de Dios o no se resuelven los problemas dolorosos con esto.
Luego el Papa se puso el casco y visitó la catedral, que aún está cerrada al público a causa de los daños sufridos por el terrible terremoto de 2009.
NATS
JM