Durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa explicó las palabras de Jesús en el evangelio de san Lucas cuando dice: “yo soy la puerta: quien entre a través de mí será salvado”
FRANCISCO
Quiere decir que para entrar en la vida de Dios, en la salvación, hay que pasar a través de él, no de otro, de él. Acogerle a él y a su palabra. Al igual que parar entrar en la ciudad hacía falta “medirse” con la única puerta estrecha que quedaba abierta. Así la vida del cristiano es “a medida de Cristo”, fundada y modelada por él.
Francisco también explicó que esta “puerta estrecha” no significa que la salvación sea solo para unos pocos ni para los perfectos. Insistió en que es para todos y solo pide algunas renuncias.
FRANCISCO
Entrar en el proyecto de vida que Dios nos propone requiere restringir el espacio al egoísmo, reducir la presunción de la autosuficiencia, rebajar la altura de la soberbia y del orgullo. Y superar la pereza para atravesar el riesgo del amor, también cuando implica la cruz.
El Papa concluyó preguntando a los peregrinos qué puerta escogían. Si la de ellos mismos o la de Jesucristo. Y les ánimo diciendo que, si escogían la segunda, la Virgen les ayudaría.
Rodrigo Moreno Quicios