El 4 de agosto de 2020 el puerto de Beirut sufrió una explosión que dejó 230 muertos y más de 6.000 heridos. Dos años después, aún no han cicatrizado las heridas del ataque y los cristianos están huyendo.
P. GEORGES BREIDI
Congregación Misioneros Libaneses Maronitas
Puedo decir que la situación en el Líbano no es fea, es catastrófica.
En cada familia libanesa hoy hay al menos dos hijos que están buscando salir, encontrar un poco de esperanza, de vida, fuera del Líbano.
El día anterior al aniversario, el Papa Francisco recordó al Líbano en la audiencia general. No es su primer gesto, también ha tenido encuentros con líderes políticos y en 2021 coordinó en el Roma una jornada de oración con las 18 confesiones religiosas que conviven en el país.
P. GEORGES BREIDI
Congregación Misioneros Libaneses Maronitas
Desde el primer momento de la explosión, lo que ha hecho el Santo Padre por el Líbano, creo que no lo ha hecho ningún otro país del mundo. El Vaticano siempre ha rezado por el Líbano, siempre ha hablado del Líbano. Precisamente porque el Santo Padre no solo sabe bien el rol del Líbano para Oriente Medio, también es una Tierra Santa.
La pérdida del puerto, el motor económico de la zona, y la migración masiva de los jóvenes ha provocado una gran escasez en Líbano. Un país que antaño era conocido como la Suiza de Oriente Medio.
P. GEORGES BREIDI
Congregación Misioneros Libaneses Maronitas
No se encuentra pan para comer, no se encuentra leche para los niños, no se encuentra trabajo para los jóvenes. Es una situación muy dolorosa.
El padre Georges Breidi pide lo mismo que el Papa, la ayuda de la comunidad internacional para que esta tierra de pluralidad y acogida, puerta entre Oriente y Occidente, pueda renacer.
Rodrigo Moreno Quicios
